Domingo Támaro Roig nació en Barcelona en 1878. Obtuvo el título de Piloto de la Marina Mercante en la Escuela Naval. Viajó a Marsella, donde comenzó en el aprendizaje de la mecánica y los automóviles. En 1898 contribuyó a la creación de la primera publicación especializada en el mundo del motor: El Automovilismo Ilustrado en la que ejerció de editor, escritor y dibujante, acabando como Director. La redacción de la revista se encontraba en la calle Muntaner de Barcelona. En esa época entró en la Compañía E. de la Cuadra, donde participó activamente en el desarrollo de los automóviles eléctricos.
Tras el fracaso de los motores eléctricos de La Cuadra, abandonó la compañía, pero siguió en el mundo de lo eléctrico, pues consta una patente suya en 1902 por «Perfeccionamientos introducidos en la maquina inyectora de plomo para fundir placas de acumuladores eléctricos». También a finales de ese año 1902, la publicación La Energía Eléctrica se hace eco de la construcción de 20 motores eléctricos con destino a Manila, bajo la supervisión del propio Támaro.
Continuó también su faceta de escritor, entrando a formar parte de la redacción del semanario Los Deportes, en Barcelona. Es de entonces esta frase suya «mi única ambición es el alcanzar un puesto, por reducido que sea, dentro de la bóveda que ha de formar en la producción española la industria del automóvil, llamada a ser el más poderoso auxiliar de la agricultura y el comercio de la Patria».
En febrero de 1903, la publicación La Locomotion Automobile, escribe un artículo hablando del motor Fénix, construido por el mecánico de Barcelona Domingo Támaro Roig:
Este motor es un bicilíndrico de 90×120; el encendido se realiza mediante electrocatálisis y autoincandescencia. El carburador es del conocido tipo Longuemare. Durante las pruebas, este motor llamado Fenix funcionó en vacío a 1800 rpm y a 1250 rpm bajo carga; da los 8 caballos efectivos indicados.
El árbol de levas de este motor está construido de forma muy ingeniosa. Este árbol está hecho de acero forjado y fabricado por tres piezas metálicas como se muestra en nuestro dibujo. La pieza intermedia sirve como unión entre las dos piezas finales. Este ingenioso y práctico dispositivo tiene como objetivo eliminar los pies de las bielas. Las bielas se cierran por ambos extremos y se atornilla un tornillo de presión sobre el semicojinete presionándolo fuertemente en el eje en caso de desgaste.
El mismo árbol tiene un engranaje enchavetado que, al mismo tiempo, activa la bomba de circulación de agua y el eje de distribución. El volante se coloca en el espacio que queda entre la arandela y el perno del otro extremo.
Las válvulas se pueden desmontar sin tocar las tuberías. Una tina es suficiente para la aspiración de gases y otra para la expulsión. El silenciador tiene un estrangulador que, si es necesario, puede cerrar los orificios y detener el ruido del motor.
El señor Tamaro construye un automóvil de 8 caballos, dotado de las últimas mejoras con chasis de acero en forma de V, tres velocidades y marcha atrás, transmisión al eje trasero, unido al cardán extensible en el diferencial. No hay duda de que este coche da los mejores resultados en manos de los conductores, gracias a la ciencia y la conciencia de su fabricante.
La Locomotion Automobile, Nº6, 4 de febrero de 1903
En abril de 1903, aparece en la prensa española un anuncio en el que se ofertan automóviles y motores ligeros perfeccionados de 1/2 a 30HP, y se hace mención a solicitar más información a Domingo Támaro, en la calle Ausias March 147 de Barcelona. En mayo aparece de nuevo en la prensa el anuncio, pero ahora ya con el nombre Fénix, automóviles y motores ligeros. En octubre aparece de nuevo la información, ahora ya con el dibujo de un automóvil y una amplia red de representantes por el territorio español.
A pesar de toda esta amplia información, no existe constancia ni escrita ni gráfica de la fabricación de ningún automóvil marca Fénix. En algún sitio se habla de algunas unidades construidas, pero lo más probable es que aunque el motor si existió, como hemos visto, no se fabricara ningún automóvil con la marca Fénix.
En 1904 Támaro recibe una oferta para ocupar un importante cargo en la empresa francesa de automóviles Turcat-Méry, en Marsella. Decidió acabar con la aventura empresarial y marchó al vecino país, finalizando así la historia de Automóviles Fénix. Más tarde regresó a España, donde continuó con su faceta de escritor, con libros como «Tratado completo del motor de explosión, agrícola, marino, automovil y aviación» o «La carburación, carburadores y gasógenos». Domingo Támaro falleció en 1959.
Más información:
- Historia del automóvil a través de sus marcas. Referencia la marca Fénix