Vehículo Clásico - 50 años del último Seat 600

Un 3 de agosto del año 1973 salía de la cadena de producción de la Zona Franca el último ejemplar del Seat 600. 16 años y casi 800.000 unidades de un automóvil que cambió la historia de España. El Seat 600 ‘democratizó’ la posesión de un automóvil en las familias españolas. El ‘pago a plazos’ mediante la financiera FISEAT, remató la operación.

Cuando aparece en el mercado nacional, en 1957, su precio es de 71.400 pesetas, la mitad de lo que costaba un Seat 1400, o 20.000 pesetas menos que un Renault 4/4. Seat 600 ‘normal’, comercial, D, E, N y L Especial. Seat 800, versión de 4 puertas. El 600 se fue adaptando con el tiempo a las necesidades de sus compradores. Y si Seat no lo fabricaba, se multiplicaron las empresas que realizaban modificaciones sobre el ‘pelotilla’. Talleres Costa, Siata Española, Juncosa, Conti, DDauto, Imelba. Hasta el maestro Pedro Serra diseña en colaboración con Talleres Corver una versión descapotable, el 600 Corver Roadster, en el año 1965.

50 años después del fin de la producción, los Seat 600 siguen circulando por España. Una legión de incondicionales, agrupados en decenas de clubs, siguen cuidando y conduciendo sus vehículos. Pocos modelos han alcanzado tal status de popularidad.

Datos curiosos:

El primer Seat 600 matriculado corresponde al bastidor 100.106-400.07, matriculado B-141 141 el 8 de junio de 1957.
El primer automóvil matriculado en la provincia de Barcelona con el nuevo sistema de letra que entró en vigor el 7 de octubre de 1971 fue un Seat 600, B-0000-A.
El último Seat 600, un modelo L Especial, corresponde al bastidor BG-029268 y matrícula M-4119-W (se dice que por un error comercial acabó siendo vendido).
El penúltimo Seat 600, corresponde al bastidor BG-029267 y permanece en la nave A-122, la colección histórica de Seat.
El Seat 600 también tiene un apartado en el Libro Guiness de los Récords. 787 unidades se dieron cita el 10 de septiembre de 2017 en el circuito de Montmeló, en Barcelona.

Naciste príncipe y mueres rey, rezaba la pancarta que prepararon los operarios de Zona Franca al final de la línea de producción, al paso de la última unidad aquel 3 de agosto de 1973.