De esta forma presenta su nueva web una marca con historia en la automoción española. Han sido presentado y ya se encuentran a la venta dos nuevos modelos de vehículos eléctricos, los S700 y S800.
Desde 1954 hasta 1987, Ebro fue marca de camiones, tractores, furgonetas y todoterrenos con un gran peso en nuestro país. Repasemos su historia y veamos que la denominación ‘S‘ para estos nuevos modelos no es una casualidad.
Tenemos que remontarnos a 1920, cuando Ford funda en Cádiz Ford Motor Company, S.A.E. La factoría de Cádiz se desplazaría en 1923 a Barcelona, a la Avenida Icaria en el barrio del Poble Nou. En 1929 la denominación de la empresa cambió a Ford Motor Ibérica, S.A. La Guerra Civil Española para de forma radical el funcionamiento de la fábrica, que hasta se vio afectada por los bombardeos.
Tras la guerra, Ford intentó reanudar la producción, pero, la falta de materias primas en primera instancia, y los problemas que el Gobierno puso en su intento de controlar sectores que consideraban estratégicos, hicieron que finalmente Ford vendiera parte de su participación en la empresa, en 1954, manteniendo un acuerdo de colaboración técnica.
Surge así una nueva denominación Motor Ibérica, S.A. y se registra el nombre Ebro para la nueva gama de tractores y camiones que se pensaba fabricar.
En seguida se inicia la fabricación de tractores y también de un camión. El camión, Ebro B35, una copia del británico Ford Thames ET6, de ahí el nombre Ebro, emulando al Thames (Támesis) de los británicos. El tractor, el Ebro E38, en este caso muy similar al Fordson Major. Tractores y camiones eran necesarios en aquella España en pleno crecimiento. Así que para principios de la década de los 60 Motor Ibérica estaba a plena producción
Al B35, que equipaba un motor diésel de 4 cilindros en línea de 70CV y con una carga máxima de 3.5 Tm, se unió en 1961 el B45, con un chasis más largo preparado ya para una carga máxima de 4.5 Tm. También se creó una versión con la cabina más corta, denominada B35C.
En 1965 se presentaría la gama C, con modelos desde el C150 hasta el C550, en función de la carga máxima. Mantenía el motor Ebro 4 cilindros de 70CV, que en los modelos superiores se quedaba claramente ‘corto’. La gama C estaba inspirada en esta ocasión en el Thames Trader. El C150 tendría un gran éxito, pues podía conducirse con el permiso B, al no superar los 3500 Kg, convirtiéndose en un modelo con gran presencia en todas las ciudades españolas, como camión urbano de reparto.
Justo tras la salida al mercado de la serie C, Ford abandona de forma definitiva la participación que aún mantenía en la empresa y Motor Ibérica formaliza un acuerdo con Massey Ferguson, empresa canadiense fabricante de equipamiento agrícola.
Massey Ferguson, además de aportar capital con la compra de accionariado, aporta los motores Perkins, empresa que había adquirido en 1959, así como su experiencia en la fabricación de tractores. Fruto de esta unión nace el Ebro 160, y posteriormente el Ebro 183, primer tractor que incorpora el motor Perkins de 6 cilindros.
Estos movimientos provocaron un rápido crecimiento de la empresa, que tuvo que buscar una ubicación para ampliar sus instalaciones. La nueva factoría se construyó en la Zona Franca de Barcelona y comenzó a funcionar en 1967.
Además, en estos últimos años de la década de los sesenta, y comienzos de los setenta, Motor Ibérica se hizo con el control de FADISA, que fabricaba furgonetas en Ávila bajo licencia Alfa-Romeo, y VIASA, fabricante zaragozano de vehículos todoterreno bajo licencia Willys Overland, AISA, fabricante madrileño de las furgonetas y camiones marca AVIA y Siata Española, fabricante ubicado en Tarragona de carrocerías especiales con base Seat
De esta forma a las líneas de camiones y tractores, se unieron furgonetas y todoterrenos. Con todas las adquisiciones, Motor Ibérica se componía de una veintena de empresas repartidas por toda España, con una estructura descentralizada.
La furgoneta Romeo 2 de FADISA pasó a ser la Ebro F100, con unos simples cambios estéticos en el frontal. En 1971 saldría al mercado la F108, ya notablemente mejorada con multitud de cambios. También en este terreno de las furgonetas, la Siata 40, también con simples cambios estéticos en el nombre, es presentada como Ebro Siata 40.
La gama C de camiones, dio pasó a la D, en 1968. Roto ya toda relación con Ford, la gama D destacaba por una cabina sin morro, en posición adelantada y abatible. Se fabricaron 5 versiones, 150, 350, 450, 550, 600 y 700. Las versiones pequeñas mantenían la motorización Ebro de la gama C, y las versiones 600 y 700 montaban ya motor Perkins de 6 cilindros y 100CV. La gama D disfrutó de un gran éxito en los años 70, gracias a sus especiales características, sobre todo la cabina abatible, que otros constructores tardaron años en implementar.
A finales de 1974 se presenta la gama E. Básicamente era una evolución de la serie D, con algunos cambios en la cabina y con cambios en las motorizaciones. Los motores Ebro dejan paso a los Diesel Perkins, empezando por el 4 cilindros de 3.300cc y 71CV, que montaba por ejemplo el E35, llegando hasta el 6 cilindros de 5.800cc y 129CV, que montaba el E125.
II parte. En elaboración.
Más información: